BAILES DE MÁSCARAS
Siglo XVII
En el año 1637, Felipe IV decidió celebrar una gran fiesta de carnaval y levantó, en El Retiro de Madrid, una gran plaza de madera para miles de personas. Dicha plaza se calcula que tenía 488 ventanas y se iluminaba con 7.000 luces. Se inauguró el 15 de febrero de dicho año y en ella asistió toda la corte con lujosísimos trajes de máscaras. Durante los tres días de carnaval estuvo abierta al público con la obligación de entrar con máscara o careta.
España disfrutó de un ‘carnaval de esplendor’ en tiempos de los últimos Asturias, particularmente con el mencionado Felipe IV, que celebró en la Corte de Madrid una boda donde la novia hacía de ‘un sirviente’; el Conde-Duque de Olivares disfrazado hizo ‘de portero’; varios nobles se vistieron de Damas; la Reina hizo de ‘obrero mayor’ y el Rey hizo ‘de sirviente’.
A principios del siglo XVIII (1700-1720) los hábitos carnavalescos, además de los movimientos populares y callejeros cada vez mas controlados, también fueron adoptados por las clases altas, donde sobrevivió lujosamente en los palacios y en ‘Fiestas de Santos’ (San Antón y Santos Inocentes).
El primer Borbón, Felipe V lo prohibió y la Iglesia lo condenó por el 1724; pero en 1767 lo restableció Carlos III (1760- 1788) con Bailes de Máscaras en Teatros y Palacios. Durante su subida al trono fue organizada en Madrid una Gran Cabalgata organizada por el Gremio de los Plateros.
El carnaval sufrió muchos cambios en tiempos de Fernando VII desde 1808 que prohibió de nuevo el Carnaval, autorizando las máscaras sólo en casos particulares. Su viuda la reina regente Maria Cristina, restableció el Carnaval en 1833.
A pesar de los cambios y las dificultades, el carnaval nunca desaparece; se adapta y sobrevive, moviéndose a lugares menos perseguidos como Francia, Italia o áreas aisladas de España donde no estaba tan restringido.
Bailes de Máscaras 1750-1860
Las celebraciones carnavalescas en la Málaga (España) del siglo XVIII y primera mitad del XIX, estuvieron condicionadas por la espontaneidad popular de las clases obreras, y con el alza de la burguesía local.
El cronista americano, Francis Carter, recoge en su libro Viaje de Gibraltar a Málaga publicado en 1772 la transformación que vivía la ciudad durante aquellas celebraciones y cómo nuestros conciudadanos de entonces cambiaban los negros y oscuros ropajes por los disfraces más coloristas realizados con telas llegadas Italia y Francia; subrayando esa destacada fuerza popular del carnaval en la calles, probablemente muy vigilado, y, los bailes de máscaras organizados en el interior del Teatro Principal, inaugurado en 1793.
A principios de 1789 y con motivo de la coronación del Rey Carlos IV, una 'comparsa del gremio de cordoneros' además de interpretar himnos alusivos a las virtudes del monarca, se permitiría la licencia de cantar uno dedicado al Dios Baco con un tono más irónico y divertido, que ya nos dan reseña del 'carnaval cantado'.
El entierro de la sardina es un cuadro de pequeño formato que pintó Francisco de Goya entre 1814 y 1816 y guarda relación con las costumbres españolas del carnaval.
Y en Málaga, este documento es el más antiguo del carnaval de Málaga que hemos descubierto. El documento lo vemos tapado parcialmente porque se estaba a la venta en una pagina web, 'Todocolección', y el vendedor no quería mostrarlo al completo.
Se trata de las normas a seguir durante el carnaval de 1821, exigidas a consecuiencia de los 'tres bailes de máscaras' que se programaron oficialmente, y en el cual podemos visualizar parte del texto, que dice así:
"DON ANTONIO PAREJO, CORONEL de los Ejércitos Nacionales, Alcalde Primero Constitucional de esta Ciudad:
Hago saber: que habiendo concedido a la Compañia cómoca con conocimiento del Sr Gefe superior político de la Provincia tres bailes de máscara, he adoptado, para evitar los desórdenes que con este motivo pudieran ocurrir, las reglas siguientes:
- ... sólo se admitiran máscaras en el salón de baile y palcos.... la entrada de enmedio del edificio, etc...
- El precio de la entrada es de diez reales.... palcos principales 25 reales y por los segundos 15 reales.
Y para la exacta obsrvancia de los concurrentes a dichas... pública, el presente en Málaga a 26 de febrero de 1821."
En 1833, y con motivo de los festejos organizados en Málaga con motivo de la proclamación de la futura Isabel II como Princesa de Asturias, se autoriza "el uso general de máscaras" y la organización de bailes en las plazas céntricas de la ciudad (Constitución y Merced), y en el Teatro Principal.
En 1857, esta vez con oportunidad del nacimiento del príncipe Alfonso (futuro Alfonso XII) se permitió "al público" la diversión con la utilización de máscaras...
Y este bando de la Alcaldía de Málaga, Pedro Gómez Gómez, con las reglas a seguir durante el Carnaval de 1873.
Normas a seguir durante el carnaval, 1873
OTROS CAPÍTULOS:
Siglos XVII, XVIII y XIX